jueves, 28 de septiembre de 2017

La mediación escolar, una alterantiva a la resolución de conflictos

la mediacion
Cuando hablamos sobre la escuela, pensamos en ella como un lugar de encuentro, aprendizaje y crecimiento de nuestros alumnos; un lugar en el que pasan mucho tiempo y donde les «dejamos en manos» de los profesores, confiando en que estos se van a encargar no solo de su educación, sino también de su bienestar y desarrollo integral, y nos vamos a nuestros trabajos confiando que esto es así. Sin embargo, no siempre somos conscientes de los problemas de convivencia que a menudo se presentan en la escuela. Como un modelo en miniatura de nuestra sociedad, los centros educativos reproducen muchos de los problemas con los que nos encontramos en nuestro día a día; problemas entre los propios alumnos, de los alumnos con los profesores, entre el profesorado y los demás agentes que integran, de una u otra manera, el centro educativo. Denominamos estos conflictos con distintos nombres, como problemas de disciplina, de falta de autoridad, de acoso escolar o bullying, de racismo y un largo etcétera que sería difícil enumerar aquí. Si nos detenemos a analizarlos, lo que descubrimos, en la mayoría de los casos, es que son problemas vinculados a la interacción con los demás y al desarrollo de las relaciones sociales, el tipo de conflicto más antiguo de la humanidad.

Del mismo modo que nos ocurre a los adultos, los medios que se aplican para solucionar estos conflictos son insuficientes o fracasan la mayoría de las veces, fundamentalmente porque, debido a la falta de tiempo y al volumen de trabajo en sus materias, los profesores o los responsables de los centros casi no pueden pensar en soluciones más eficaces y creativas, y acaban decantándose por el clásico sistema punitivo de calificar las faltas y aplicar las sanciones correspondientes.
Lo más sorprendente es que las leyes actuales de educación, al menos desde hace más de veinticinco años, incorporan en sus planteamientos educativos la cuestión de la convivencia escolar como uno de los ejes primordiales a tener en cuenta en el trabajo educativo. Es justo reconocer, sin embargo, que no todos los centros educativos, al solucionar sus conflictos, se ciñen al clásico modelo autoritario, sino que, por el contrario, incorporan otras formas de actuar y de entender el conflicto, como es la denominada «mediación escolar». En palabras de Torrego (2003, 2006): «la mediación escolar puede ser considerada como un proceso en el cual los protagonistas de un conflicto lo transforman por sí mismos con la intervención de una tercera parte, elegida o aceptada por ellos, que contribuye a ello desde la imparcialidad y la confidencialidad y desde su competencia como mediador». Este modelo no sólo pone el énfasis en la responsabilidad y la búsqueda de soluciones por parte de las personas implicadas, ayudadas por la figura del mediador, sino que también busca un impacto más profundo, transformador, en las personas que participan; es, en definitiva,  una manera distinta de entender la realidad y las relaciones, así como de generar nuevas estrategias para buscar soluciones, formas alternativas de actuación y de transmisión de los resultados, como medios para ayudar al crecimiento personal de los alumnos que integran las clases.
TORREGO, J.C. (Coord., 2006): Desde la mediación de conflictos en centros escolares hacia el modelo integrado de mejora de la convivencia, Barcelona, Editorial Graó.

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