Pues bien, creo que esta imagen puede ser de utilidad cuando en el aula te encuentras con dos alumnos que, por la razón que sea, están peleados o distanciados.
A lo largo de los años me he dado cuenta de que enseñar a través de las imágenes siempre ayuda a que tus alumnos puedan visualizar mejor sus sentimientos y, en este caso, también expresarlos de manera artística.
Es por eso que la actividad Las huellas de la paz busca que los alumnos tengan el valor de reconciliarse uniendo y fundiendo sus pulgares con la finalidad de crear una figura que sea un corazón, un órgano vital y sin el cual no podemos vivir.
Y lo mejor de todo es que ese corazón indisoluble estará a la vista de los compañeros y será un recuerdo del valor que tuvieron al querer reconciliarse.
Algunas orientaciones sobre la actividad Las huellas de la paz.
Al ser una actividad de una duración muy breve, una propuesta que se me ha ocurrido sería elaborar un mural con una cartulina que estuviera en una de las paredes del aula y que llevara por título LAS HUELLAS DE LA PAZ.
Esta cartulina se podría crear al inicio de curso. El tutor explicaría a sus alumnos que se trata de un lugar en el que se plasmarán todas las reconciliaciones del curso, es decir, cuando dos alumnos quieran perdonarse, ellos mismo irán al mural y plasmarán sus pulgares en el mismo en forma de corazón.
Creo que puede ser realmente bonito ver durante el curso cómo este mural se va llenando con los pulgares, con los corazones reconciliados de tus alumnos.
Al tratarse de una imagen, es una excelente oportunidad para que puedas hacer referencias sobre él cuando surja un conflicto o cuando quieras trabajar valores como el perdón o la cultura de la paz y la no violencia.
En el caso de que hubiera una discusión en la que estuvieran implicados más de dos alumnos, tal vez se podría optar por crear otra figura con las huellas dactilares como, por ejemplo, una flor.
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