La resolución de problemas es un proceso que implica la coordinación de muchas habilidades cognitivas, como la memoria , el control de la atención, el conocimiento sobre el problema, la creatividad etc.
La capacidad de resolver problemas es esencial para el éxito tanto dentro como fuera de la escuela. Podemos enseñar unos sencillos pasos que ayudarán a los niños a generar estrategias de resolución de conflictos, ya sea en el área de las relaciones humanas ó en cualquier otra área. Es importante que delante de un conflicto los niños aprendan a generar estrategias para solucionar estos conflictos. Muchas veces tenemos tendencia a dar la solución cuando lo interesante no es si la solución es correcta ó no sino generar estrategias para aprender a resolver conflictos.
- Ayudar al niño a identificar el problema. Es importante que los niños : Identifiquen el problema y más tarde sean capaces de expresarlo correctamente. Podemos decir “Me doy cuenta de que hay un problema”, y esperar que el niño hijo nos ayude a expresar el problema.
- Ayude al niño a generar soluciones. Una simple pregunta puede ser muy poderosa “¿Cómo podemos solucionar este problema?” más allá de dar la solución debemos permitir el niño genere una variedad de soluciones para el problema. Si el niño tiene dificultades para llegar a ideas, preguntar, “¿Qué puedo hacer para ayudar?”
- Pruebe una de las soluciones. Parte de la solución de problemas es ensayo y error, por lo que si la primera solución no funciona, probaremos con otra! Podemos ayudar al niño a reducir el número de soluciones hasta que encuentren una que funcione.
- Recordar al niño los pasos seguidos para resolver el problema. Recordando el proceso de resolución de problemas, desde la identificación del problema de encontrar una solución que funcione, ayudará al niño a interiorizar los pasos para que puedan trabajar en pro de la solución de un problema de manera más independiente mas tarde.
- Felicitaremos al niño en la solución del problema. El aliento ayuda a reforzar los sentimientos positivos que el niño recibe de la solución de un problema y los hace más propensos a enfrentar los problemas futuros.
Algunos cuentos para la reflexión acerca de la resolución de conflictos.
1. Nadie quiere jugar conmigo. Gabriela Keselman.
Pocosmimos es un pequeño castor que se siente muy solo. Organiza sucesivas fiestas, para que acudan a divertirse con él otros animales. Todos se ponen muy contentos al recibir la invitación, pero ninguno asiste porque no las hace en los lugares adecuados. Los gatos no pueden llegar nadando hasta un islote, los patos no sabe n subir a un árbol, los osos no caben por la puerta de la cueva del castor y los pájaros no encuentran la fiesta escondida en la maleza. Pocosmimos cree que nadie quiere jugar con él y, desolado, se pone a caminar. Así llega a un prado y encuentra a los animales del bosque jugando juntos. Todos, al verlos, le dan la bienvenida. Pocosmimos está tan contento al darse cuenta de que le quieren, que decide cambiar su nombre por el de Muchosmimos.
Edad recomendada: +5 años
2. Dos Monstruos. David McKee
Dos monstruos viven en caras opuestas de una montaña, y no se ponen de acuerdo en si el día comienza o la noche termina. Los monstruos se insultan el uno al otro y se lanzan rocas, hasta que hacen un descubrimiento sorprendente.
Edad recomendada: + 3
3. El niño que siempre decía sí. Andreu Martín
El prestigioso novelista Andreu Martín ha realizado su primera -y divertida- incursión en la literatura infantil creando un personaje prodigioso, El mago Sí, que ayuda a los niños a poner los pies en la tierra.
Edad recomendada: + 9
4. Jenny y el inventor de problemas. H. Oram
El inventor de problemas los crea sacándolos de una chistera, con magia, como quien saca un conejo, y como es tan malo hace muchos y los reparte por las casas, pero hasta él tiene un corazoncito y se apiada de una niña pequeña con muchos problemas.
Edad recomendada: +4
5. ¿Y si me defiendo? E. Zoller
Krissi tiene miedo. ¿Por qué se meten siempre con él los matones? Le acechan para atormentarle. “¿Y si me defiendo?”, piensa Krissi. Pero no lo hace, huye. Y entonces, por fin, se habla en su clase de la violencia extendida por la escuela.
Edad: +9
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